viernes, 7 de diciembre de 2007

Intolerancia y Complicidad...!

El Comandante Presidente Hugo Chávez Frías afirmó durante la Rueda de Prensa ofrecida por el Alto Mando Militar que la victoria del “NO” era de mierda. Tamaña afirmación pone en evidencia que la intolerancia es un valor “profundamente” arraigado en su personalidad y en su conciencia. Evidencia, igualmente, de manera definitiva la incapacidad del Presidente Chávez de reconocer al otro, le resulta inconcebible que exista otro que piense diferente, y que además le haya derrotado. También se pone de manifiesto el endiosamiento que siente y su firme convicción de poseer la “verdad absoluta e irrefutable”.

Esta actitud debe llamarnos a la reflexión a todos por igual. Junto a la intolerancia manifiesta, se desnuda el niño caprichoso y malcriado que vive en Chávez, y queda al descubierto la verdadera y auténtica intención de la “rechazada” Reforma Constitucional: concentrar todo el poder en sus manos para permitirle hacer y deshacer a su antojo, evitando de esta manera sus pataletas y sus arranques de malcriadez. Chávez está profundamente contrariado porque no pudo alcanzar su sueño dorado de legalizar la reelección indefinida, la cual le permitiría perpetuarse en el poder. No queda la menor duda que el Comandante Presidente está severamente enfermo, si enfermo de poder y es incapaz de imaginarse desvestido de toda autoridad. Su desespero lo lleva afirmar, sin cesar, que llevará a cabo la reforma de cualquier forma.

Más triste aún resulta para todos los venezolanos la actitud complaciente asumida por el Alto Mando Militar frente al verbo soez del Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional. Pusieron en evidencia, ante la Nación y la Comunidad Internacional, que el honor, el coraje, el arrojo, la valentía y la dignidad han dejado de formar parte de los valores fundamentales dentro de la institución castrense. La actitud del Alto Mando Militar fue un claro mensaje a todos acerca de la necesaria condición “pretoriana” para ascender a la cúpula de los mandos castrenses. Lastimero son aquellos jefes militares que llamados a comandar al Ejército Venezolano, forjador de libertades, fueron incapaces de mostrar el más mínimo e insignificante vestigio de valentía frente a un solo hombre, quizás alguno dirá: Obediencia debida, pero una cosa es la obediencia y otra cosa muy distinta el servilismo pretoriano.

"La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre”. Simón Bolívar. (Carta a su Hermana M. Antonia, abril 1825)

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