miércoles, 21 de noviembre de 2007

¿Cuánto Vale el Show?

Realmente patético el espectáculo que montó la diputada Iris Varela el Martes 20 de noviembre, al irrumpir en el set de grabación del programa Café con Azocar, destruir parte de la escenografía y agredir físicamente al periodista Gustavo Azocar. La diputada Varela dio una inequívoca prueba de su talante antidemocrático e intolerante, poniendo en evidencia que la profundización del proceso revolucionario ha sido devastador para ella, porque acabó con las mínimas reservas morales y el mínimo decoro personal que cualquier ser humano debería poseer, a fin de poner freno a las bajas pasiones y poder reflexionar aunque sea un poquito, antes de llevar a cabo una acción de tal magnitud.

Pero muy aparte del hecho en si mismo, debemos tomar en consideración los mensajes que dicha acción transmiten de manera clara e inequívoca a diversos sectores de la población. El primero de estos mensajes es para los fanáticos seguidores del proceso, quienes seguramente habrán entendido, confirmado y verificado que, la manera más idónea de hacer justicia, confrontar las ideas, y dirimir las diferencias es atacando física y verbalmente de manera violenta al contrario. No será de extrañar que, en un futuro no muy lejano, algunos de estos ciegos seguidores del proceso decidan un día tomar por la fuerza las instalaciones de los medios que adversan al gobierno, y agredir de manera indiscriminada a todos los periodistas que laboran en dichos medios.
El segundo mensaje que podemos extraer del evento en cuestión es la inoperancia del Poder Judicial en Venezuela. Resulta verdaderamente triste que la diputada Iris Varela, en vez de acudir a las instancias judiciales correspondientes, haya decidido hacer justicia por su propia cuenta, dejando en evidencia su desconfianza en el Sistema Judicial Venezolano que ella, como legisladora, ha contribuido diligentemente a levantar. Cabe preguntarse entonces, ¿qué credibilidad podríamos darle los miles de venezolanos de a pie al Sistema Judicial en Venezuela, si ni siquiera una diputada de la Asamblea Nacional fue capaz de acudir a sus instancias?

“Las buenas costumbres y no la fuerza, son la columnas de las leyes; y el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la Libertad” Simón Bolívar
(Discurso ante el Congreso de Angostura, 15 de febrero de 1819)

Bubu’s

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