lunes, 26 de noviembre de 2007

Valores, pero no los que lleva Transvalcar...!

Si tuviésemos que mencionar algún aspecto verdaderamente positivo, producido por este proceso de cambio liderado por el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, el más significativo de todos sería: la ingente cantidad de personas que han quedado al descubierto, cuyos valores humanos tienden o son iguales a “CERO”, de este conglomerado de personas destacan sobretodos: los diputados, el Fiscal General, el Defensor del Pueblo, los fiscales del excelentísimo Ministerio Público, todos los ministros, algunos alcaldes y gobernadores, los Directores de los Cuerpos de Seguridad, algunos jueces y casi todos los Magistrados del insigne, eficiente, diligente y siempre justo Tribunal Supremo de Justicia.

Ante los constantes y reiterados desaciertos en el accionar de cada uno de estos insignes, y bien ponderados personajes de la vida nacional es menester preguntarse: ¿Cuánto orgullo sentirán las esposas de estos personajes, o será que callan porque ha podido comprar lo que siempre soñaron? ¿Cuán orgullosos han de sentirse los hermanos, hijos, sobrinos, nietos y cualquier otro familiar que posea unos valores humanos opuestos a los de estas personas? ¿De dónde sacarán la moral estos personajes para corregir las conductas erradas de sus hijos, o será más bien que los premian?

Compatriotas, compañeros, camaradas, chavistas todos, llegó la hora de reflexionar profundamente acerca del destino que nos depara a todos. Será conveniente que dejemos el futuro del país, en manos de personas que han negociado, al mejor estilo capitalista, sus más íntimos valores humanos como la honestidad, la sinceridad y la lealtad. Bien vale preguntarse: Si empeñaron su persona al mejor postor, ¿qué no harían con los demás? Podrían empeñar a sus hijos o a cualquier familiar y quizás, porque no, hasta la propia madre.

Despierta y reacciona, es el momento. Puede ser, que en el futuro cercano sean tus hijos, tus nietos y hasta tu mismo, quienes terminen empeñados por unos líderes que carecen de moral, ética y dignidad.

"La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre”. Simón Bolívar. (Carta a su Hermana M. Antonia, abril 1825)

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